Mi hijo Àlex nos dejó el 11 de abril del 2010 por un limfona de Burkitt.
El fué la causa de mi amor...

La verdad de mi amor sabedla ahora:

la materia y el soplo se unieron en su vida

como la luz se posa en el espejo

(era pequeña luz, espejo diminuto);

era azarosa creación perfecta.

Un ser en orden crecía junto a mí,

y mi desorden serenaba.

Amé su limitada perfección.

Francisco Brines


miércoles, 15 de diciembre de 2010

UNA NAVIDAD DIFERENTE




Los días de Navidad ya no serán nunca igual… Desde el puente de la Constitución que todos sacábamos el árbol con sus mil detalles y al final todos se cansaban y nos quedábamos tú y yo.... lo que te gustaba de pequeñito eran sus luces te plantabas delante con tu batín y tus zapatillas y así un largo rato.. Este año yo no he podido sacar nada…

La Nochebuena última nos tocaste el violín y despacito bajamos cuando oímos un ruido a la planta baja y ahí estaban los regalos de Papa Noel, el último te regaló en Primer Viaje a la Fantasía que te acompañó este y los sucesivos segundo, tercer y cuarto viajes, en tus duras pruebas en el hospital y en tus ingresos hospitalarios…. Ahora ya no hay Nochebuena en casa de la abuela, y, supongo que cuando haya nunca será igual quién nos va hacer reír ahora….

El día de Navidad con todos tus numerosos primos que tú, entusiasmado de contento no les dejabas comer de tanta risa que les hacías, tantos chistes que les contabas hasta que me hacías traerte a la mesa de los mayores idiota de mi, ahora sé que era la risa para  todos los años que no tendremos…
Sabemos que estas fiestas de penumbra en nuestra casa y en nuestro corazón serán las más difíciles, las pasaremos en casa tus padres y tu hermana y tú en nuestra alma.

Y sin ilusión empezaremos el nuevo año, al que sólo le pido encontrar fuerzas para rehacer nuestras vidas, para volver a tener ilusión por ir al cine o al teatro o algún concierto, fuerzas para salir de estado de aletargamiento de sin sentido a la vida en que estamos ahora…

Nunca más volverá la felicidad pasada contigo, pero quiero pensar en que hemos sido en cierta manera afortunados pues la hemos tenido, mami yo he sido muy Feliz y nosotros también contigo….

lunes, 13 de diciembre de 2010

LA NATURALEZA NUESTRO REFUGIO



Me gusta y me consuela pensar que tú estas en el universo que tu presencia en este mundo no se ha ido. La naturaleza ha sido nuestra compañera en estos crudos meses.
Al principio en primavera las rutas de montaña, que duros fueron las primeras salidas sin tí, a veces no veíamos el camino, pero luego respirando el aire puro, la maravillosa explosión de vida, nos hacía estar más cerca de ti, el cansancio nos hacía bien anímicamente.  
En verano paseando por la playa, mirar el mar que tanto te gustaba, sentir el batir de las olas cuanto más fuertes mejor pues parece que nos acercaba a tu energía. Sentir el sol suave sin agobios de la mañana, suave como tus abrazos.
Mirar al cielo, los planetas que tanto te intrigaban brillantes como tus ojos. Me acuerdo que de pequeño decías que te gustaría ser astronauta para poder ver donde estaba el “Besucristo”. Me reconforta mirar al cielo sereno y sentir que formas parte él.
Pensar en que estarás contento pues ya has conseguido lo tu querías “Mama yo de mayor seré famoso pues descubriré cómo viajar por un agujero negro” seguro que sí..
Me tranquiliza recordar la serenidad en la que te fuiste y pensar que allá donde estés estarás bien tú y los que seguro que se lo pasaran en grande son los que te acompañan.

viernes, 5 de noviembre de 2010

EL INTENTO DE ESCAPAR DEL DOLOR


Los que me conoceis ya sabeís que me encanta leer pero ahora es mi refugio. Me gustaría compartir con vosostros esta fragmento del libro:
“Las tres preguntas ¿Quién soy? ¿Adonde voy?¿Con quién?, Jorge Bucay”
EL INTENTO DE ESCAPAR DEL DOLOR
Muchas personas durante un tiempo y unas pocas durante toda su vida “aterrizan” en la creencia de que el sentido de sus vidas consiste en mantenerse lo más alejado posible de todo lo que les cause pena, problemas o dolor.
La premisa es obviamente consecuencia “lógica” del siguiente razonamiento falaz:
Si lo gozoso y disfrutable nos leva a la felicidad, el dolor conduce a la desdicha.
Es fácil entenderlo, pero no es así.
LA mayor parte de las veces estas personas terminan esquivando situaciones importantes, intensas o trascendentes que, de haberlas vivido, hubieran formado parte indisoluble de su camino a ser felices.
Son, en general, personas educadas por sus padres para que intenten construir una vida libre de dolor.
Hombres y mujeres equivocadamente trabajarán arduamente para alejar a sus hijos de cualquier herida, sin darse cuenta de que así los alejarán también de toda posibilidad de aprender a manejar su frustración.
No pretendo ser ejemplo de nadie, pero he aprendido, con los años, con la vida, con la profesión, y luego otra vez con “los más años”, que es fundamental no pretender escapar de la pena. Todos deberíamos tener el coraje de enseñar y la madurez de aprender que parte del camino que lleva a la felicidad implica, necesariamente algún dolor.
No hay ningún rumbo saludable que se pueda descubrir escapando de la pena, mucho menos tratando de huir hacia un pasado más placentero y calmo.
El dolor es siempre un maestro que está para enseñarnos algo. El dolor de fuera y el de dentro: el de tu cuerpo, que te avisa de que algo está funcionado mal, y el de dentro, que te avisa que estás yendo por un camino equivocado.
El dolor es una de las formas en que la vida nos enseña dónde está el amor y la mejor manera de enterarnos de que somos vulnerables, pero no frágiles; por lo menos no tan frágiles como para creer que no podríamos soportar un dolor.

Cuenta Osho que …
En tiempos de Buda, murió el único hijo de una mujer llamada Kisagotami.
Incapaz de soportar siquiera la idea de no volver a verlo, la mujer dejó el cadáver de su hijo en su cama y, durante muchos días, lloró y lloró implorando a los dioses que le permitieran morir a su vez.
Como no encontraba consuelo, empezó a correr de una persona a otra en busca de una medicina que la ayudara a seguir viviendo sin su hijo o, de lo contrario, a morir como él.
Le dijeron que Buda la tenía.
Kisagotami fue a ver a Buda, le rindió homenaje y preguntó:
_¿Puedes preparar una medicina que me sane este dolor o me mate para no sentirlo?
-         Conozco esta medicina- contestó Buda-, pero para prepararla necesito ciertos ingredientes.
-         - ¿qué ingredientes?- preguntó la mujer.
-         - El más importante es un vaso de vino casero- dijo Buda.
-         - Ya mismo lo traigo- dijo Kisagotami.
Pero antes de que se marchase, Buda añadió:
-         - Necesito que el vino provenga de un hogar donde no haya muero ningún niño, cónyuge, padre o sirviente.
La mujer asintió y, sin perder tiempo, recorrió el pueblo casa por casa, pidiendo el vino. Sin embargo, en cada  una de las casas que visitó sucedió lo mismo. Todos estaban dispuestos a regalarle el vino, pero al preguntar si había muerto alguien, ella encontró que todos los hogares habían sido visitados por la muerte. En una vivienda había muerto una hija, en otra un sirviente en otras, el marido o uno de sus padres.

Kiagotami no pudo hallar un hogar donde no se hubiera experimentado el sufrimiento de la muerte.
Al darse cuenta de que no estaba sola en su dolor, la madre se desprendió del cuerpo sin viada de si hijo y fue a ver a Buda.
Se arrodilló frente a él y le dijo:
- Gracias.. Comprendí.


Los problemas son parte de nuestra vida.
Los problemas, por sí solos, no provocan el sufrimiento. Quizás tristeza, pero no sufrimiento.
Sabiendo adónde vamos lograremos abordar las dificultades con decisión y compromiso. Si conseguimos centrar nuestra energía en seguir el rumbo, aunque no encontremos de inmediato una solución, el problemas se transformará en un desafío y sólo por eso dejará de ser una carga. Ese simple cambio de significado se sí un avance.
Solemos quejarnos diciendo: “!No es justo!”
Pero es un autoengaño.. ¿De dónde sacamos nosotros que lo natural es la justicia?
De hecho, no lo es.
No es justo que os ríos se desborden y arrasen construcciones hermosas.
No es justo que las erupciones volcánicas sieguen cientos de vidas.
No es justo que un incendio forestal termine con la existencia de miles de árboles y animales.
No obstante, si nos quedamos en el pensamiento o en la queja de que es justo o injusto, no avanzamos, añadimos un ingrediente de malestar y de distracción. Nos perdemos cada vez más y pasamos a tener dos problemas en lugar de uno: la injusticia y la idea de que el universo no debería ser injusto.
El sentimiento puramente vindicativo frente a la injusticia nos priva de la energía necesaria para solucionar el problema original.
Si en un  momento te toca sufrir, no te asustes, no te escapes, no te rindas. Puede ser que la realidad te haga retroceder, pero de todas maneras, lo importante, acuérdate, es estar en camino, no llegar a algún lugar.

lunes, 1 de noviembre de 2010

EL INFINITO DOLOR DE LA PÉRDIDA

Cuando Álex cayó enfermo lo primero que pensé es que tenia que curarse que si le algo le ocurriese yo no no lo podría soportar... y  durante tres largo y duros meses no hize más que llorar y llorar desde que abría mis ojos, desde que salía a la calle y esperaba en el andén, en el trabajo, en el tren mis ojos hinchados, rojos y exaustos no tenían tregua.
Había dias que no podía levantarme y me mis sábanas eran el gran pañuelo y otros dias peores quería terminar con mi vida porque no podía soportar este dolor..
De "El rey Juan" la obra se Shakespeare...

 Felipe habla con Constanza, que ha perdido a su hijo durante la última batalla.
De hecho, ignora si su hijo ha muerto, pero intuye que problamente no lo volverá a ver con vida.
Constanza llora y gime, se lamenta y llora más todavía, se le ve desesperada y dolorida.
Entonces Felipe le dice:
- Lloras tanto a tu hijo, estás tanto con el dolor, que parece que quisieras más a tu dolor que a tu hijo.
Y Constanza le contesta:
- El dolor de que mi hijo no esté vive en su cuarto, duerme en su pieza, viste sus ropas, habla con sus palabras y me acompaña a cada lugar al que me acompañaba antes mi hijo, ¿cómo no podría no querer mi dolor, si es lo único que tengo?

El tener como compañía el dolor si bien no es agradable, por lo menos no es tan duro como parece ser el vacío..

lunes, 25 de octubre de 2010

Dejar atrás lo que no está

Jorge Bucay en su libro "Las tres preguntas" no dice que "cada duelo es único y cada manera de afrontarlo irrepetible"..
Pero también es cierto que cad duelo se parece a todos los demás duelos propios y ajenos con ciertos puntos que son comunes y que nos ayudarán a entenderlos. Los terapeutas no invitan a expresar las vivencias internas que sin darnos cuenta nos ayudan a aliviar nuestro dolor. Aunque sea en sesiones grupales que en un principio te bloqueen al encontrar tanto dolor junto..
Yo aprendí de mi hijo Älex a saborear cada momento sin prisas sin pensar en estrujarlo solo con suavidad sin darle importancia como el fluir natural del tiempo y del universo. El me enseñó a disfrutar del camino y no cuando hubiera alcanzado mi objetivo. Cómo podia yo imaginar que ya no lo podria disfrutar más de su compañia, ni de charla ni de sus gracias.
Jorg Bucay dice"Imagínate que decidiera que algunos momentos del pasado han sido tan buenos algunos víinculos tan gratificantes, algunas personas tan importantes que no los quiero perder y me agarrara como una soga salvadora de eso que ya no soy...Todas las vivencias implican en mayor o menor medida una pérdida, pero gracias a haber perdido algunas cosas hemos ganado algunas otras. Gracias también a lo perdido y no sólo a lo ganado soy este que soy...
Esa es la verdad que al final se descubre que los duelos son imprescindibles para nuestro proceso de crecimiento personal, que las pérdidas son necesarias para nuestra maduración y que ésta, a suvez, nos ayuda a recorrer el camino" (Aunque a veces preferiríamos no haber perdido y ser como antes verdad)
Cuanto más aprenda yo a soltar, más fácil va a ser que el crecimineto se produzca".

viernes, 24 de septiembre de 2010

LIBROS QUE NOS HAN AYUDADO

Quiero compartir lso mejores libros que hemos encontrado y que nos han servido de guia en este inmenso dolor:
"Volver a vivir" Mercé Castro
"Vivir el duelo" Christophe Faurè
"Dejame llorar, un apoyo en la pérdida" Anji Carmelo
"La muerte un amanecer" Elisabeth Kübler-Ros

Espero os puedan ser de ayuda a vosotros también.
Un abrazo

jueves, 23 de septiembre de 2010

LA CAUSA DEL AMOR

La verdad de mi amor sabedla ahora:
la materia y el soplo se unieron en su vida
como la luz se posa en el espejo
(era pequeña luz, espejo diminuto);
era azarosa creación perfecta.
Un ser en orden crecía junto a mí,
y mi desorden serenaba.
Amé su limitada perfección.
        Francisco Brines